domingo, 28 de septiembre de 2008

crónicas del interrail 2008 (VII)


he andado liada esta semana y no he podido seguir con la historia del interrail, es lo que tiene un curro nuevo en algo en lo que no has estado nunca, que cuesta una barbaridad pillarle el truco, de todos modos aun me escaqueo de enseñar cámas de fotos, tengo que saber que decir primero, pero por lo demás bien, mis compañeros son muy majos y eso ya hace mucho en un trabajo.


pues nada, sigo con lo mio:


Día 9 (14/8) Basilea/Lucerna

Tras llegar a la conclusión de que una de las inglesas estaba haciendo cura de sueño, dejamos las sábanas al curioso personaje del albergue y nos marchamos rumbo a la estación, como nos dio tiempo de sobra a ver Basilea el día anterior hacemos cambio de planes y vamos a primera hora a Lucerna.

Lo primero reservamos el tren de Zurich a Munich no ser que nos pase como en Florencia que perdimos hora y algo, pero no, los suizos están mucho mejor organizados y no perdemos mucho tiempo, eso si, desconfiados si son porque secuestran la tarjeta hasta que firmo la factura.

Partimos rumbo a Lucerna, pero perdemos el tren, sale un minuto antes de la hora, hay que jorobarse que puntualidad mas exagerada, desayunamos café aguado y pillamos la tableta de chocolate mas barata y grande que vemos 5.50 CHF por 400 gramos de chocolate.

Tras acribillarnos el billete de interrail que ya está asquerosete con ganas, lo primero como siempre la oficina de turismo de la estación.

Rebe está picada porque siempre habla ella, que le vamos a hacer si mi inglés es una mierda. Pues nada, me toca a mi, eso si, quedo muy bien porque la señora era muy simpática y además se la entendía, da la impresión que hasta se inglés y todo, nos describe Lucerna como a “really small city” y tras eso nos pintarrajea el plano por todas partes, con lo que flipamos un poco pues menos mal que era “small”…

Vamos al albergue y de nuevo entramos en la zona industrial, eso si, los suizos como son muy cucos, tienen un puente que puedes saltar la zona industrial pasando sobre el lago, que por cierto las vistas son muy bonitas, como llegamos muy pronto nos permiten subir a las habitaciones a dejar la mochila, pero nos tenemos que ir y dejar el DNI de Rebeca, porque la reserva está a su nombre, con lo que va indocumentada, menos mal que tiene el de conducir que en una mala sirve…

La “really small city”, es la segunda ciudad mas bonita que he visto nunca, muy muy muy cerquita en el ranking de Berna, pasamos lo primerito por el puente, que es precioso y está lógicamente atiborrado de turistas, además hace un día medio soleado y con calorcito. El puente en cuestión tuvo un incendio gordísimo en el 1993, que destruyó mas de la mitad, lo han reconstruido, pero por desgracia las pinturas del interior se perdieron en su mayoría y han dejado metacrilatos sustituyéndolas, una pena…

Tras comprobar que el casco viejo es una pasada de sitio con casas de cuento y millones de tiendas carísimas haciendo un alarde de fuerza subimos a ver las murallas, menuda
cuestecita….
Como llegamos con la lengua fuera nos zampamos el chocolate para recuperar fuerzas, que por cierto estaba buenísimo, o era el hambre, no se y menos mal porque nos encontramos con un montón de escalones empinados para subir a la muralla, eso si, la vista desde la muralla una pasada, ¡qué bonito es Lucerna!, aunque para variar empiezan a asomar sobre las montañas unos nubarrones muy feos y muy negros.

Decidimos ir a ver el monumento del león, que está en la otra punta antes de que se nuble y diluvie, que ya nos conocemos como se las gasta Suiza con la lluvia y de camino nos encontramos con una legión de orientales sacándose fotos con los cisnes, anda que no habrá nada mejor…

El monumento es una pasada, pero tenemos un error de cálculo, esta vez no nos perdimos, por una vez, pero al llegar no había nadie, nos quedamos mirando al leoncillo y el estanque y leyendo los cartelitos y aparece una horda de turistas que se plantan en medio y no dejan hacer una foto, pues nada, nos sentamos en un bordillo y a esperar tranquilamente, en estas que vemos pasar una parejita con pinta de españoles (yo pensaba que no, pero se nos diferencia a leguas) y en lo que estamos agudizando oído para ver si son españolitos o no, aparece el resto de la familia con un chico que tiene una camiseta de Camarón, vale, duda despejada.

Tras el reportaje de rigor, nos hemos acabado de ver la ciudad, ya es por la tarde y está refrescando, vamos al albergue y aunque nos cuesta un triunfo entendernos, pagamos y subimos a la habitación, nos encontramos con una australiana muy simpática que nos enseña las cosas que ha comprado y nos comenta que Suiza es cara, el caso es que a las 6 se mete a leer a la cama y nosotras le dejamos en la habitación para no molestar y decidimos ir a Zug que está cerca y parece bonito.

Antes de salir del albergue me doy un susto muy gordo con la cámara, se me resbala cuando estoy hablando por teléfono y estampa en el suelo, eso si, con la funda puesta (la distancia sería como de 20 centímetros de caída o así, que se ha llevado golpes mas gordos) total, salen las pilar por un lado la tapita por otro y la chapa de dentro por otro, aparte se queda el filtro incrustado en el objetivo de la cámara, tras una dura pelea gano yo y la cámara queda aun mas ruinosa pero en funcionamiento y con la pila amenazando acabarse, pues poco mas menos como estaba antes…

El tren hacia Zug tiene unas siglas raras y no sabemos si tenemos que pagar, así que vamos a las taquillas y tenemos un serio problema de comunicación, entre que el chico no escucha lo que decimos y nosotras no entendemos mucho lo que dice, nos manda ir a por el tren que va a salir, pero no queremos eso, ya lo vemos en los carteles, es si vale el billete, pregunta a Rebeca si es rusa y ya desistimos de ir a Zug, el tren lo íbamos a perder, son las 6 y pico y se está poniendo realmente feo el día…

Decidimos dar un paseo sin rumbo fijo y nos encontramos con un ajedrez gigante y un gato clavadito a Fausto pero en listo, debe de ser su primo suizo, no puedo hacerle una foto porque está debajo de unas bicicletas intentando cazar, no voy a molestar a familiares de mi gato.

Pasamos por los jardincillos de al lado del lago y vemos la zona de los chavalillos que van de malotes y la zona donde están los mas mayores haciendo deporte, madre mía los suizos…

Ya como empieza a anocheces nos retiramos, como la australiana está felizmente roncando (literal, parecía un oso) nos duchamos y vamos en busca de comida, se hace de noche y no encontramos nada, aprovechamos por primera vez la cocina del albergue y compramos fideos chinos para poder comer algo en caliente, cuando vamos a ir ya a dormir, empieza a diluviar como solo sabe hacerlo en Suiza, cotilleamos desde la ventana a los chavales que estaban todavía pro el parque que huyen despavoridos y nos metemos a dormir, ahora tenemos también a una francesa (creo), pues nada, a dormir a ver si descarga tanto por la noche que ya no cae mas al día siguiente…
p.d- la foto es del puentecillo...

domingo, 21 de septiembre de 2008

extremoduro en aranda


voy a saltarme el coñazo del interrail para explicar el bonito concierto que el grupo de ese (ex?)yonki llamdo roberto iniesta dieron en aranda de duero, extremoduro

por poner en antecedentes:

una que ya tiene una cierta edad y ha visto ya muchos conciertos en su vida, vió a estos fulanos en el año 94 en logroño en las fiestas de san mateo, recién sacadito el pedrá, y fue mi primer concierto, lo cierto es que extremo nunca me han acabado de gustar, me pasa como con marea, la fuga y todos estos, para mi gusto los veo algo flojines, pero tras una semana pensandomelo, al final me decidí a ir, la entrada me parecía un robo, pero el robe tiene una pata en la tumba y no vaya a ser que se muera y no los haya ido a ver...

tras ir a recoger al curro a una amiga que ha cambiado turnos en la fábrica y ha hecho la de dios para poder ir, llegamos a aranda, aparcamos y como no se puede meter bebida (lógico) en el recinto y no te dejan salir una vez entras (QUÉ???!!!) decidimos tomarnos fuera unas cervezas que habíamos llevado, no ibamos a quedarnos de fiesta porque había gente que curraba el sábado y no ibamos a ponernos hasta las cartolas, aparte si bebes no conduzcas.

entramos a eso de las 11 aunque la entrada ponía a las 10, pues que bien... el caso es que a y 15 o asi empiezan, salen y empiezan fuerte, yo no tengo nada suyo desde el agila (cintilla original entre otras), con lo que si las canciones no son viejas no se cuales son, pero tocaron deltoya fijo, bien por cierto, y a partir de ahí se jodió el invento...

ahora como todos somos unos señores dignos y respetables igual hasta nos venden la moto de que limpios de pecado y vicios pues no se toca porque hay un grupo de unos 20 crios del pueblo vestidos de peña que están desde fuera del recinto viendo el concierto de pena (si no veía yo desde dentro y al lado del chiringuito del sonido...), pataleta de niño pequeño y a la mierda.

según el drogadicto, ahora gran poeta y ser culto, estaba defendiendo sus derechos y los de toda la gente que ha pagado la entrada. no me toques los pies, en vez de 20 crios haciendo el tonto y que posiblemente se hubiesen pirado a la verbena el veía billetitos de euros.
a mi no me molestan y si no te llega para vicios puedes probar levantarte a las 5 de la mañana cosa que dudo que hayas hecho en tu vida por lo poco que te importa el sudor ajeno y trabajar como un perro como hacemos los demás.
yo he pagado y quiero ver el concierto, a mi me pagan en el curro y me exigen que rinda, a eso se le llama ser profesional, un poeta debería saberlo.
los precios de la barra de flipar, la cerveza a 6 euros, el calimocho agotado y cubata a 15 euros, pues que bien...

después del numerito de llamar a la policía,(que estuvo tremendamente coherente y chapó por ellos, que se podría haber montado buena ) y echar a los crios DE LA CALLE "este estado policial tiene que acabar...[extremo dixit]" empieza de nuevo, a mi ya me hervía la sangre por la infamia , pero aun así y después de gritar pesetero hasta quedarme medio afónica siguió el concierto.

al igual que a mí a mas gente le hervía hasta los intestinos por lo que salieron fuera entrada en mano a ver el concierto, y ahí el que "se estaba haciendo una carrera y no era en la universidad [extremoduro dixit]" , dice muy digno, descanso.

yo de cuadros, descanso???, para qué??? esto es una verbena?? pues ya es cara la verbena... al menos evaristo de la polla, mucho mas digno y profesional que este despojo humano que es el señor iniesta, en los descansillos que hace reconoce que se va a empolvar la nariz....

a la 1 no han salido, mosqueo general, la gente curra, no como tu desgraciado, yo reconozco que entro en modo matar, le llamo de todo menos guapo, insisto en salir fuera, reconozco que su madre era una santa pero el es un hijo puta.

en lo que yo estoy cagandome en sus muelas sale uno de la organización, "roberto no sale hasta que la gente de ahí fuera no se vaya", los de fuera entrada en mano y en alto, los de dentro abucheando y gritando manos arriba esto es un atraco "pues hasta que no esté todo el mundo en las zonas habilitadas" desde dentro hijos de puta y peseteros y ya la gran frase, "pues os devuelven el dinero..."

aquí alguno se chinó y dos vallas pasaron a mejor vida, pero por suerte nada mas.

ya con al vena del cuello a punto de ebullición leo las condiciones de la entrada si hay medio concierto no se da el dinero, ummm me da que no vemos un duro, pero por mi que se meta los 22 euros por el culo, por la vena o por donde le de la realísima gana, que al menos están ganados honradamente y no por estafar como él.

por lo visto, ese personajillo llamado roberto iniesta no entiende mucho de cuentas una vez que se le acaban los dedos, pero había mas de 5000 personas con entrada, hasta se puede ser rober y ver que es mucha pasta.

salen de nuevo, pitadas, cachis volando e incluso una botella que por desgracia no acertó en su objetivo aunque no hubiese pasado nada, cabeza hueca no sufre.

cobarde como solo puede serlo él, toca canción tras otra sin descansos para no oir los insultos, especialmente gratificante la canción de so payaso, donde todo el mundo gritaba el estribillo y le señalaba, muy técnicos si, pero si quiero oir sonido perfecto me pongo en mi casita cómodamente sentada un cd y si quiero ver algo técnicamente perfecto y a mucho nivel me voy a ver a alexi laiho de children of bodom, que para eso es de los mejores guitarristas del mundo y no a un (ex?) yonki descerebrado al que se le va tanto que ya no sabe ni lo que dice la mitad de las veces.

el cobarde huye y acaban el concierto en instrumental mientras el se subía en la furgoneta, bien campeón, que grande eres...

no puedo hacer nada para sentirme mejor asi que quemo la entrada y al llegar a casa tiro mis cintas, es verdad que no van a notar que yo les odie, ni que jamás compre nada suyo, ni les vea jamás en concierto, pero nunca se meterá mierda a costa de mis riñones y mis madrugones...

he visto a reincidentes romper una cuerda del bajo, a def con dos quedarse sin luz, a s.a con problemas de sonido que no se oía nada, a eskorbuto con solo uno vivo mas un idiota de cantante, al batería de a palo seko caerse de borracho encima de la batería, a uno de dover dando saltos todo puesto en pelota picada, a piperrak confundirse de canción.....de ahí hasta lo que parece imposible, el batería de apocalyptica confundiéndose, pero jamás, jamás, jamás vi un concierto tan sumamente malo y con la gente mas enfadada que este y de verdad que he ido a muchos.

nunca mas SO PAYASO

aprende técnica si es lo único que quieres mostrar, igual aun no eres demasiado viejo aunque le saques casi 30 años aquí al mozo:


que tengas lo que te mereces cabrón

martes, 16 de septiembre de 2008

crónicas del interrail 2008 (VI)

hoy me voy a poner mas pesadita si cabe para acabar antes la historia del interrail.


por cierto, igual consigo curro que me han llamado de fotoprix para una entrevista y ha ido bien, a ver si hay suerte y si no pues nada, a buscar otra cosa, que algo tiene que salir.


Día 7 (12/8) Interlaken/Berna/ Lausanne

Nuestras entretenidas compañeras coreanas tuvieron el bonito detalle de despertarnos a las 7 cuando ellas se levantaban a echarse en la cara todos sus potingues que no son pocos por cierto, que barbaridad…

Cuando al fin se marchan nos levantamos a mirar por la ventana por si podemos subir al Jungfraujoch, pero nuestro gozo en un pozo, está muy nublado y con niebla relativamente baja, cambio de planes, opción B, recorrer media Suiza para ir al sureste, Ginebra está excesivamente lejos y tampoco queremos encontrarnos de morros al acelerador de partículas, que se ve que solo yo lo veo como un peligro muy gordo (pero yo soy de letras, eso es brujería).

Descubrimos que tenemos compañeras que llegaron por la noche con unos maletones que ocupan media habitación (ni taquillas ni cerrojos en la puerta), bajamos a desayunar de nuevo pan, café aguado, con las tarrinas esas que hacen de leche, queso y mermelada, el primer día estuvo bien, pero ya nos cansamos de pan…

Legamos a la estación y como queda un ratito me meto en la tienda de la estación a comprar unos sellos para mandar unas postales (a mi gato que no es que esté loca, es una broma que siempre hago cuando me voy de viaje, a la esquirol que se rajó en el último momento para darle envidia, a una amiga que es su cumpleaños y a mis excompañeras de curro), total que tengo yo todo preparadito para hablar en mi estupendísimo inglés a la dependienta, pero la moza me contesta en alemán. Probablemente si no hubiese sabido nada de alemán no hubiera tenido ningún problema, pero ay madre, me bloqueo, se me va a la porra mi discursito en inglés, ya no se en qué contestar y ante las dudas empiezo a hacer gestos de molino desacompasado, parecía que estaba haciendo el baile del pañuelo, la chica me mira toda flipada y me dice: Spain?.
Ya me entra la risa y la digo que si con la cabeza, se ve que los españolitos debemos de montar siempre el número, pero que buen inglés tenemos en su mayoría, ainssss. Por supuesto que tampoco me sale cuatro y se lo digo con los deditos, ya me entra la risa y la chica que se estaba conteniendo por educación ya tampoco se reprime y empieza a reírse, por lo menos la entretuve un poco que tenía pinta de seria y aburrida…

El tren es un IC y es una pasada de tren de dos pisos, tenemos que hacer transbordo en Berna, aparece el revisor, que en estos trenes si hay y empieza el suplicio del pobre billete de interrail, le pican, y la tinta Suiza no se que lleva pero se pueden hacer tatuajes con ella…

Llegamos a Berna sin problemas y hacemos cambio de tren, hay mucha gente y todos muy altos y con prisa, tenemos que andar esquivando a gente para que no nos arrollen.

Camino a Lausanne empieza a llover a lo salvaje, pero el paisaje desde el tren es espectacular, si es que hasta la lluvia le queda bien a Suiza, todo es precioso, aparece el revisor y al ver los billetes de España, nos dice buenos días y buen viaje, qué maja es la gente, así da gusto…

Llegamos a Lausanne y sigue jarreando, nos ponemos el chubasquero y decidimos bajar al lago, hace frío, llueve a cántaros y de cadera para abajo estamos caladas, de remate, hay niebla en el lago y no se puede ver nada, buscamos algo para tomar un café y entrar en calor y no encontramos mas que restaurantes, nos empezamos a agobiar, vemos un supermercado y nos metemos a comprar comida, bocadillo frío y un pastelito recién hecho caliente de postre.

Nos ponemos en la puerta a comer cerca de un vagabundo y enseguida tenemos nuestra propia tribu de gorriones que aceptan hasta comer de la zapatilla, hasta los gorriones suizos son confiados, el vagabundo nos mira, se levanta y en vez de pedirnos dinero que es lo que todo el mundo pensaría, cuenta las moneditas del bolsillo y entra a comprarse un pastelito, le hemos dado envidia, qué país mas extraño…

De regreso al tren encontramos al fin una cafetería, nos clavan dos euros por cada café, pero al menos estamos sentadas al calorcillo y nos secamos, no han estado mal invertidos.

Intentamos ver Berna, pero allí también jarrea, además es hora punta y los trenes van a rebosar, esquivamos para salvar la vida que los suizos son muy altos y nos dicen algo de teléfono pero no entendemos, ya lo entenderíamos mas adelante…

Nos toca ir de pie hacia Interlaken, y poco antes de llegar deja de llover, a buenas horas, vamos al albergue a cambiarnos, ducharnos, dejar la ropa a secar y a despotricar de las coreanas tan simpáticas que nos han despertado, una de las chicas de los maletones está allí y después de mucho rato nos pregunta que de dónde somos en perfecto castellano., muy bonito, nos entiende, pero prefiere escuchar la conversación primero, son americanas, pero ha vivido en Madrid y su madre es venezolana, quedamos en bajar luego con ellas por la noche a tomar algo en el bar del albergue, ellas dice que se van acostar pronto porque van a Paris (americanos…) y nos vamos en busca de comida.

No encontramos nada comestible económico y no queremos mas hamburguesas, vemos el casino de Interlaken (desde fuera, claro) y la zona de los jeques y su séquito de mujeres vestidas de riguroso negro y tapadas todo menos los ojos, empieza a llover de nuevo y volvemos al refugio a cenar unas barritas energéticas salvavidas.

Las americanas no llegan y nosotras preparamos las mochilas para salir pronto y nos acostamos.


Día 8 (13/8) Interlaken/Berna/ Basilea

Nos levantan las [censurado] coranas con sus potingues otra vez, empiezo a odiarles.
Aunque parezca increíble el cielo está azul, que rabia, al menos en las cumbres hay niebla, tampoco hubiéramos podido subir.
Pillamos las mochilas, las americanas están fritas, han perdido el tren, bueno, ellas sabrán y bajamos a desayunar, Rebeca cambia el desayuno del pan por el de los pajaritos, muesli y un plátano, yo pillo el del pan y me guardo en el bolso, estamos en modo vagabundo…

Cuando estábamos en la estación, vemos pasar a las americanas, a buenas horas. Camino a Berna viene el revisor mira el billete y ya está, en la siguiente parada, viene una chica mira el billete y lo pica, mas tinta indeleble, estupendo, ya entiendo lo del queso gruyere.

En Berna, damos un par de vueltas por la estación hasta que nos orientamos, dejamos las mochilas y vamos a turismo en la misma estación, nos dan un planito y nos explica un poco por dónde ir.

El día es precioso y la ciudad mas, de las ciudades que he visto en mi vida, creo que es la que me ha parecido mas bonita, igual fue el sol o los suizos trajeados, no sabría decir, pero entiendo porqué es patrimonio de la humanidad. Es increíble. Lo que no me hizo mucha gracia fue el foso del oso, pobre animal.
Vimos la casa de Einstein, había que pagar 10CHF y no entramos, si supiésemos que nos íbamos a volver igual de inteligentes si los hubiésemos pagado, pero solo íbamos a ser mas pobres.
La catedral estaba con andamios, pero el parquecillo de detrás tenía unas vistas exageradas de bonitas, hay restaurante, pero nuestra economía no nos lo permite. Nos tomamos un café, eso si.
A pesar de lo bonita que es, nos vemos la ciudad en 2 o 3 horas y porque nos parece tan espectacular que cada dos pasos estamos parando, además no se oyen coches, los que hay, si vas andando por la carretera en el casco histórico porque las aceras son estrechitas, van a tu ritmo sin pitarte ni nada hasta que te das cuenta y te retiras, el transporte urbano son trolebuses eléctricos y no hay humo de tubo de escape, todo está lleno de banderas suizas, pero es que queda bonito, es mas, ya no se si fue delirio mío, pero juraría que me olía a suavizante por las calles y hasta oíamos a alguien tocar el piano desde una casa, si de verdad existe el paraíso se llamaría Berna…

Aunque es pronto vamos rumbo a Basilea, al menos podremos dejar las mochilas. Y ahí descubrimos que Rebeca se ha dejado los papeles de los albergues en Florencia, bueno, tampoco pasa nada, es cuestión de entrar en Internet y sacar de nuevo una copia de las reservas, pero de momento estamos algo pilladas, por lo menos sabemos el nombre del albergue, siempre se puede preguntar.

Como siempre acabamos teniendo una suerte tremenda, en uno de los panfletillos de la oficina de turismo de la estación viene la dirección del albergue y vemos en el mapa de la ciudad que nos dan que está muy cerca. Empezamos a andar y ¡oh sorpresa! Dónde debería de haber un albergue hay una especie de nave industrial con pinta de ocupa, con un par de bares, una llamémosla galería de arte alternativo y una cosa rara que hacen actividades para los niños, al fondo vemos el cartelito del albergue, es raro pero la verdad es que el ambientillo es muy chulo.

El chico que lleva el albergue, es muy curioso, muy pintoresco (si llega a ser Ámsterdam no hubiese dudado…), muy simpático y su inglés es tan malo que le entendemos perfectamente, nos da unas sábanas muy feas y nos manda para la habitación, por cierto la consigna era la barra del bar/recepción, porque a su espalda tenía apiladas un montón de mochilas de mala manera…

Dejamos las cosas, hacemos la cama de sábanas feas y nos vamos a ver la ciudad, después de Berna, nada puede ser bonito, pero Basilea no está nada mal, aunque es distinto a lo que llevamos visto de Suiza, a mi me recuerda a Alemania, debe de ser porque está muy cerca de la frontera y es una ciudad industrial, ahí me llevo el susto, se me están acabando las pilas de la cámara y ya cuestan una pasta en España,¡me voy a dejar el sueldo en dos pilas en Suiza!!
La catedral es muy curiosa, es de color rojo, y tiene unas vistas preciosas, hay un barrio de cuento, me da la sensación de que de un momento a otro van a pasar Hansel y Gretel y van a pegar un mordisco a una de las casas. El ayuntamiento es una pasada, también en rojo con pinturas y esculturas medievales en el interior, unas gárgolas peculiares con forma de cerdo y te puedes meter hasta la cocina como quién dice, qué confiados son estos suizos.
Cruzamos el río y damos un paseo por la orilla, la gente se baña y se pasea por media ciudad en bañador, cosa que nos choca mucho, vemos también a muchos descalzos, otros tomando el sol y varios comiendo, que son los que mas envidia nos dan, porque están delante de nuestras narices zampándose un pollo asado.

Descubrimos lo del teléfono, un chico pidió un teléfono a un grupillo de chicas que estaba cerca nuestro, una se lo dejó hizo una llamada y aunque no entendí ni torta (es alemán suizo es extraño pare alguien que solo tiene primero de la escuela de idiomas), deduje que le dijo algo así como llámame a este número, colgó le llamaron y estuvo hablando un ratillo, le devolvió el teléfono a la chica y se fue tan felizmente y tan descalzo. Eso era los que nos pedían en Berna, debe de ser algo normal en Suiza, yo miraba como una paleta toda la historia…

Nos perdemos de nuevo (la marcha hacia adelante no funciona mucho) y eso que llevamos plano, un señor trajeado con el maletín del portátil nos rescata y nos manda para la zona turística, por cierto que nos habla en alemán, pero es tan expresivo y habla tan despacio que le entendemos perfectamente, qué maja es la gente.
De camino encontramos una iglesia preciosa, en un barrio residencial igual de bonito, a la que sacamos un montón de fotos.

Empieza a anochecer y a refrescar, vamos hacia el albergue, de camino nos encontramos con la embajada y pensamos en entrar a pedir comida en condiciones, al final en la estación entramos en un supermercado a comprar los bocadillos mágicos, yo por cambiar pillo una ensalada y decidimos coger una cosa de pasta también que era lo mas barato, y por error una botella de agua con gas que ponía natural (¡ja!), entre el agua con gas, los ventanones gigantes y ni una persiana…

Me zampo lo mío, Rebeca dice que la pasta sabe a rayos y me la regala porque yo me he comido la mía a la velocidad del rayo, total pruebo la suya y sabe a gasolina, el caso es que no está caducado, el estómago de Rebeca empieza a hacer ruidillos y decidimos que está envenenada.

Regresamos al albergue a ducharnos y nos encontramos con compis, estas parecen inglesas, antipáticas y de las que se meten a la cama a las 7 con un libro, en fin…
Al salir de la ducha me fijo en un cartelito y reafirmo que el chico del albergue es todo un personaje, son fotos suyas limpiando las duchas y los baños para que veas que todo está limpio…

Nos metemos en Internet para buscar las direcciones de los albergues y dar señas de vida vía mail, contando la experiencia de la pasta envenenada y de lo bonito que es Suiza y lo maja que es la gente.

Nos retiramos a dormir, no vaya a ser que molestemos la lectura de nuestras compañeras, seguimos sin suecos…




p.d- la primera foto es de berna y la segunda del ayuntamiento de basilea por dentro

viernes, 12 de septiembre de 2008

crónicas del interrail 2008 (V)


se acerca el invierno...


si alguien conoce los libros de george r.r. martin habrá reconocido la frase, por cierto que ganitas de que saque ya el último libro de la saga, aunque parece ser que jon nieve no es tan bastardo...


en fin, en otra línea de cosas y conjeturas varias, sigo con la crónica de marras:



Día 6 (11/8) Spiez/Interlaken

Nos despierta el revisor y nos devuelve el interrail, el DNI y nos da un pack desayuno, bollería, zumo y nos pregunta por café. Pasando del café que un tren no es el sitio mas cómodo para tomarlo (aunque luego nos arrepentimos porque no volvimos a tomar un café en condiciones en lo que quedó de viaje)
Finalmente llegamos a Spiez y abajo. Afortunadamente, el destino estaba de nuestra parte y según bajamos llegó el tren hacia Interlaken, la distancia es muy poca, pero en lo que llegábamos amaneció, que por cierto, ¡qué bonitoooooooo!

Total llegamos a Interlaken y empezamos a seguir las señas que teníamos del albergue, que si cruzar una glorieta bla, bla, bla y seguir los carteles, en ello estábamos cuando en un cruce ni hay cartel ni nada, decidimos seguir recto, cuando pasa un señor en bici (¡ A las 5 y pico de la mañana!) y nos señala otro camino, el bueno, porque los suizos igual otra cosa no, pero a cívicos, serviciales y amables no hay quien les gane (y a guapos lo dudo).

Llegamos al albergue y cerrada la recepción, claro, las 6 de la mañana no es la mejor hora para llegar, nos sentamos en un banco a la puerta en plan vagabundo, a estas que sale un chico del staff y nos invita a un café para que no esperemos en a calle ¡pero qué maja es esta gente!!. Ya que estábamos pillamos un desayuno por 3 euros, un pan de esos que Heidi guardaba a la abuelita, que tela, las tragaderas que tenía que tener la señora a su edad, porque de verdad que costaba acabárselo, dos rebanadas de pan gigantes, queso, mermelada y mantequilla. No teníamos francos suizos, pero nos dejaron pagar en euros siempre que fuese en billete y las vueltas nos las diesen en francos suizos.

Finalmente hacemos la admisión al albergue y la chica suelta una parrafada tremenda, Rebeca la mira raro y yo digo si con la cabeza, muchos ajas y un par de yes y ok. Por supuesto, yo no me había enterado de nada y Rebeca pensaba que me había enterado yo porque ella no lo había entendido. Menos mal que una chica nos llevó casi de la manita a la habitación porque nos vio perdidas por el albergue, pero qué majos. Hicimos una entrada espectacular en la habitación, abrimos la puerta de par en par y nos encontramos con un montón de coreanas vistiéndose, decimos hola y nos damos media vuelta y nos vamos porque las camas aun están ocupadas. Las pobres chicas se quedarían flipadas.

Dejamos las mochilas literalmente en medio de la calle, que los suizos aparte de todo son excesivamente confiados (¿Quién va a llevarse una mochila que no es suya?) y nos vamos a dar una vuelta.

A saber cómo, acabamos campo a través por un paisaje precioso, se veían los Alpes aun con nieve, todo verde, hacía sol, calorcillo… vamos un asco de sitio de lo bonito que era. Decidimos volver y nos encontramos con un paisano paseando al perro que nos ve con cara de perdidas y en una mezcla de inglés/alemán /italiano nos dice una ruta muy bonita que pasa al lado del río, va hacia el lago y vuelve a Interlaken, le damos las gracias, que majete. La ruta preciosa y vamos a parar a un pueblo que yo le llamé el pueblo de relojes de cuco, ¡qué estrés!, vacas en los prados, todo casitas de madera con supercochazo a la puerta, con florecitas, enanos en el jardín … ¡si solo les faltaba sacar un gallo por la ventana en las horas punta!, a mi me da una subida de almíbar de lo empalagoso, que asco de sitio, ¡todo es bonito! El lago en cuestión es como 50 piscinas olímpicas juntas mas o menos, con sus patos, sus barquitos y todo eso, volvemos hacia Interlaken.

Como seguimos sin poder entrar en el albergue pillamos el chubasquero porque empezaban a aparecen unos nubarrones algo feos, vamos a cambiar nuestro dinero en dinero local, tras muchas vueltas no encontramos nada, acabamos sacando dinero en un cajero y vamos hacia el otro lago para hacer tiempo y eso.

Vamos bosque a través, nos encontramos con mas casas/reloj de cuco todas con su banderita suiza, acabé convencida de que los suizos tienen la banderita tatuada en el culo, madre mía, qué de ellas. Llegamos al lago, si el otro eran 50 piscinas este deben de ser 100, pero se nubla todo el cielo y aparece un viento muy poco simpático, parece ser que Suiza va a enseñarnos por qué es tan verde, bonita y llena de lagos. Regresamos hacia Interlaken, viendo antes un castillo en ruinas que nos encontramos en medio de la nada y que nos da un poco de mal rollo, muy bonito y eso, pero está muy oscuro y decidimos no meternos dentro, la técnica del cobarde vivo.

Según llegamos a Interlaken, empieza a llover, decidimos ir a Spiez, total, hemos usado el interrail ese día, allí jarrea, bajamos al lago, gran invento el del chubasquero, pero mis pies calados no opinan lo mismo.

Si hay un animal con el que nunca he podido, son los cisnes, son bicharracos asquerosos, con todas las letras. Pues bien, nos asomamos al lago y ¿quiénes vienen a saludarnos? los asquerosos cisnes…Por lo demás Spiez es precioso, está en un valle, al lado del lago, con unas torres preciosas y un par de casas estilo palacete de lo mas bonito, lástima que el día no acompañe, volvemos a Interlaken.

Conseguimos entrar en la habitación, siguen las coreanas, qué diversión, en fin nos duchamos dejamos la ropa secando y nos vamos a cenar algo, acabamos en un Mcdonals comiendo una hamburguesita enana porque era la mas barata, que por cierto, tampoco estaba demasiado de buena y volvemos al albergue. En el albergue tienen montado un fiestorro tremendo, pero todos son ingleses, para no ser unas autistas en un huequito de una mesa y sin hablar con nadie decidimos ir a dormir, a llorar por lo torpes que somos con los idiomas y a cruzar los dedos para que al día siguiente no llueva y podamos subir al Jungfraujoch…
p.d- la foto es del pueblo de relojes de cuco, que no he encontrado su nombre en los mapas, porque es un pueblo muy pequeñito, si lo encontrase algún día ya lo editaré

lunes, 8 de septiembre de 2008

crónicas del interrail 2008 (IV)

me estoy enrrollando mucho, que me he dado cuenta, voy a juntar hoy los dos días de florencia, que total, tampoco hicimos tanto (solo ver la ciudad entera...)


por cierto el 29 de noviembre concierto de norther en madrid, no se quien irá, pero yo también, no me lo pierdo!!!


Día 4 (9/8) Florencia

Para un día que no teníamos demasiada prisa nos dedicamos a descansar y a levantarnos un poco mas tarde, bueno poco mas porque nos levantamos a las 10 o así…
Ese día si que dormí como una bendita a pesar de que seguimos sin persianas, que dolor.
Ya nos decidimos a levantarnos y conocemos a nuestra compañera nueva de cuarto, porque por la noche no estaba, es una inglesa, muy simpática por cierto, la verdad es que se la entendía de maravilla, le digo que el inglés no es lo mío, pero bueno mas o menos conseguimos comunicarnos, estaba recorriendo el sur de Europa, de Italia iba a pasar a Francia y a España.
Nuestro amigo el mexicano vuelve, al final ha decidido quedarse un día mas y tiene que cambiar de habitación, nos despedimos de los dos y nos vamos a recorrer mundo que a eso hemos ido, los dormilones están desaparecidos.

Lo primero de todo hay que desayunar y tenemos que ir a la estación a reservar el billete para el nocturno a Spiez (Suiza), este nos toca pagar y hay que reservar. El desayuno, esta vez no nos lo curramos mucho, lo primero que vemos al lado del albergue, por cierto el café muy bueno, la bollería muy rica y el camarero de buen ver.

Al llegar a la estación una cola impresionante, solo 3 taquillas abiertas y el aire acondicionado debe de ser otra leyenda urbana, como las persianas. Delante de nosotras, una pareja de torres rubias que en la hora larga que estuvimos en la estación apenas se hablaron (y eso que poníamos oreja a ver si descubríamos de dónde eran, pero debían de comunicarse por telekinesis).
Cuando ya nos va a tocar y estábamos felices, contentas y deshidratadas, viene un notas y nos dice que si puede hacer una pregunta que es un minuto, por mi no, pero hay que ser educados y tal y le dejamos, total que nosotras esperamos a que acabase una señora muy pesada con 200 maletas, reservamos el billete por cierto 30 euros por cabeza, casi nada, y nos fuimos y el de la preguntita seguía ahí, qué desgraciado, está en mi lista negra internacional, nosotras también era para una cosita, solo una reserva…

Encontramos la oficina de turismo enfrente de la estación y cogimos un mapa de Florencia por un euro en el que viene todo marcado y nos vamos a explorar.

Por cierto por si alguien va a Florencia y decide ir rellenando la botella de agua por las fuentes, primero cuesta una barbaridad ponerlas en marcha (hay que girar una especie de piña dorada) y segundo el agua es caliente.

Lo primero, la Piazza de Santa María de Novella, que está al lado, metemos el cabezón en la puerta a ver lo que podamos, porque hay que pagar y somos ruines y vemos el claustro hasta la taquilla de los tickets, dónde nos volvemos. Lo bueno de Florencia, es que todo es precioso y todo está cerca, en uno o dos días se puede ver y no defrauda.

Vamos hacia la Piazza del Duomo y alrededores. Calles estrechas, con palacios renacentistas impresionantes y muchos turistas, pero es lo que hay, llegamos al Duomo o Iglesia de Santa. María de las Flores, corazón y emblema de Florencia. El exterior está lleno de mármoles de colores, la verdad es una catedral espectacular y de nuevo, llena de turistas. Nos asomamos a la puerta y sorpresa, ¡ES GRATIS!!, debe de ser lo primero gratis que vemos en toda Italia (el Vaticano es otro estado ¡eh!), de nuevo la historia de los tirantes, yo me libro porque llevo una camiseta de tirantes muy anchos, pero a Rebeca le ponen una bonita capa de papel azul con un agujero para sacar la cabeza, lógicamente todavía me estoy riendo de ella, pero por lo menos aquí te piden algo y te facilitan el cómo cumplirlo, no como en el Vaticano.
Por desgracia a la cúpula de Brunelleschi no subimos, la vista dicen que es preciosa, pero son 10 euros y queremos comer de cuchara y tenedor y en una mesa, como la gente normal y las Puertas del Paraíso tenemos que verlas de lejos, porque están tomadas por una tribu de japoneses.

Vemos los alrededores y nos dan un montón de papelitos de sitios para comer, cuando ya nos entra la gusa y teniendo en cuenta el horario europeo, nos vamos a comer por 10 euros un menú del día, en mi caso un plato de pasta una ensalada que me supo riquísima y un café, rebeca cambió la ensalada por pollo y según ella era el mas rico que había comido, pero también es cierto que teníamos muuuuucho hambre.

Con las pilas puestas nos vamos para la que yo siempre he llamado la plaza mas bonita del mundo, he estado 3 veces en Florencia y cada vez me parece un sitio mas bonito:
La Piazza della Signoria, eso si de camino vamos cámara en mano sacando foto de todo, que estrés, todo es bonito.

Al llegar a la plaza, si de por si es bonita, tenemos hilo musical, un ruso tocando la guitarra y muy bien por cierto, pasamos hacia el Ponte Vecchio, porque si, es muy bonita la Galería de los Uffizi, pero no hay tiempo, quizá en otra ocasión, quién sabe…

Vamos hacia el palacio Pitti, que si no es muy caro entramos y tacháaaan, 12 eurazos del ala, con las mismas nos vamos, pateamos toda la zona del otro lado del río que en el mapa tenemos varios sitios marcados, pero no vemos nada de especial interés, lo único un trozo de la antigua muralla que está en una zona de árboles muy bonita al lado del río y nos damos cuenta de que la mayoría de los españoles que vemos (que son muchísimos) van discutiendo, curioso, luego nos daremos cuenta en el resto del viaje, que es algo común.

Por la tarde ya muy cansadas vamos a la plaza de nuevo y nos sentamos en las escaleras de los Uffizi a la sombra y a escuchar al ruso de la guitarra y después a un chico con una guitarra y una chica que canta, que pasada de sitio y que buenos son todos. Por cierto que aquí se nos cruza un chico sacado de un anuncio de multiópticas, juro y perjuro que jamás ví a nadie que le quedasen así las gafas.

Regresamos por la noche al albergue y nos encontramos a la inglesa con un montón de bombones y a los dormilones que resultan ser unos franceses o belgas a saber, extremadamente antipáticos. Vamos a cenar al mismo sitio del día anterior, salimos tranquilamente a comer la pizza al jardincillo y ¡oh, horror! Se nos pegan unos italianos de la tercera edad, cualquiera que haya visto italianos de caza ya sabe como son, por aburrimiento nos volvemos al albergue a dormir, no nos les vamos a conseguir quitar de encima si no nos vamos, se chafan nuestros planes de tomarnos una cervecilla tranquilamente…



Día 5 (10/8) Florencia

Lo primero nos despedimos de la inglesa que está encantada porque Florencia le parece un sitio muy bonito, y la verdad, no le falta razón.
Dejamos las mochilas gratis en la consigna del albergue, que majetes, y nos dejamos la ropa mas de abrigo arriba de la mochila, las tierras de Heidi no parecen tan calurosas como las de Marco, además llegamos a Spiez a las 5:13 y está en los Alpes.

Vamos a la zona que nos faltaba, Santa Croce y toda esa zona y hacemos un intento de subir a un mirador, desistimos del mirador, porque es un sitio muy empinado y hace muchiiiiismo calor.

Hacemos los remates de lo que nos ha quedado por ver y nos vamos a por un helado, que nos lo hemos ganado, como unas campeonas, no puede haber en todo el mundo helados mas ricos que los de Florencia, es imposible, me pillé uno de yogurt con frutos del campo que aun estoy babeando cada vez que me acuerdo.

Después nos decidimos ir de concierto otra vez y ya de paso vemos a un mimo buenísimo, lo que nos pudimos reír, que jefe.

Ya por la tarde vamos hacia el albergue a recoger las mochilas y cambiarnos de ropa en el baño y partimos rumbo a la estación, por cierto que nos subimos e un tren para ir de una estación a otra sin pagar y acongojaditas perdidas por si nos pillaban, pero la suerte estaba de nuestro lado y no apareció el revisor, aunque hemos comprobado que menos en Alemania, en los regionales no hay nunca revisor.

Nos tiramos una hora esperando al tren y viendo los trenes estupendos nocturnos que tienen en Italia, a mí me entran los siete males, porque dan claustrofobia solo de verles.
Cuando llega la hora cambian la vía del tren sin avisar y poniendo otro nombre del tren, como vemos que todo el mundo cruza, hacemos la táctica del mono y cruzamos también, y menos mal o nos quedamos en tierra, estamos apañadas cada vez que queremos salir de ciudad, ¡no nos dejan los trenes!

La verdad, el tren por dentro no está tan mal, excepto los baños que dejan mucho que desear, vamos en un vagón lleno de orientales, pero en nuestro compartimento van 3 suizas una coreana y nosotras dos, eso si, perdí la cuenta de los cabezazos que me dí contra las literas, que me he quedado mas tonta de lo que estaba y no dormí apenas mas que nada me angustiaba lo que nos esperaba en Suiza….
p.d- la primera foto es de la piazza dela signoria y la segunda del pone vecchio

jueves, 4 de septiembre de 2008

crónicas del interrail 2008 (III)


estos días no he contado nada porque mis fotos las tenía que escanear y las de rebeca ya son digitales, hoy me las ha dado y hoy sigo con la matraca:


Día 3 (8/8) Roma/Florencia/Pisa/Lucca

Andaba yo despertándome cada dos por tres, porque por lo visto fuera de España no se conoce la existencia de unos increíbles avances tecnológicos llamados persianas y mirando el móvil para ver la hors, la alarma estaba puesta a las 6:15, teníamos que levantarnos, prepararnos, asearnos, revisar todo y subir la cuesta hacia Termini mochila a la chepa. Aparte íbamos a tomarnos un café en la estación para desayunar y a subir tranquilamente al tren a las 7:17 hacia Florencia, además estrenábamos interrail, yujuuu.

Total, que en una de estas abro el ojo y ¡Oh, horror!!!!, son las 6:50 de la mañana, no ha sonado el despertador, sacudo a Rebeca, vamos corriendo al baño recogemos corriendo, hablamos sobre la posibilidad de llegar al tren y acabamos decidiendo que es una imposibilidad, aun así recogemos todo a toda pastilla y subimos hacia Termini, pensando en las opciones, pillar el tren rápido y pagar 15 eurazos o preguntar en taquilla otro regional.

Llegamos a Termini a 7:19, lástima, miramos aun así los paneles, no viene Florencia, pena, a las taquillas pues.
En taquillas vemos uno a las 9:30 que nos sirve, pues nada a tomarse un cafecito tranquilamente al lado de unos Neos y a sentarnos fuera a hacer tiempo con los vagabundos, total, no damos tampoco demasiado el cante…

Entramos a las 9 no vaya a ser que encima perdamos el tren, que es una estación gigante, todos empiezan a retrasarse, viva Italia. Al final subimos al tren casi 20 minutos tarde y descubrimos que en el cartel lo anuncian como regional a Milán, mierda, viendo los retrasos que traen fijo que podríamos haber salido en el otro que seguro que estaba cuando llegamos. Ya en el tren, unas señoras nos hacen levantarnos de los asientos, a nosotros y a una pareja de a saber qué, que estaban en unos asientos cercanos, total que las señoras que nos han hecho levantarnos hacen tapón en el pasillo y no hay forma de pasar, yo empiezo a hacer gestos a Rebeca de coger carrerilla y saltarlas y esas cosas y una señora al lado nuestro se ríe y no se exactamente que nos cuenta pero creo que nos apoyaba y al final nos desea buen viaje cuando nos dejan pasar (que el tapón seguía eh!!).

El tren sale con hora y media de retraso, empieza a darnos canguele el perder la reserva de Florencia, somos aun novatas en lo del interrail, que es el primer día en serio. Y de regalo por estrenar el billete, nos lo ticka el revisor después de mirarlos con cara rara.

Total la pareja de al lado nuestro empieza una discusión de las gordas empezando la chica a llorar y toda la movida y a mi me asustan porque de verdad que eran orcos, no se en qué idioma era, pero sonaba a orco, hemos pensado que igual era turco, porque eran morenos, pero igual es cualquier otro, vamos…

Aparece el “ángel rescatador” un chaval que ayuda a todo el mundo a bajar las maletas y a abrir la puerta (que mas de uno no sabía, incluso unos señores montan un número muy gracioso de abrir la puerta recoger las maletas, se les cerraba en los morros y a soltar las maletas y repetir jugada, medio tren partiéndose el eje y el chico nos miraba a nosotras y se reía, como si entendiésemos mucho lo que decía… nosotras muy educadas le sonreíamos porque el dúo cómico eran unos capos y porque el ángel estaba de buen ver, no nos vamos a engañar), total, que una parada antes de Florencia se baja, lástima, no nos va a bajar en brazos como queríamos.

Localizamos el albergue muy cerca de la estación, ¡qué rebuscados son los italianos!, cambian 3 veces el nombre de la calle, pero es seguir una calle recto hasta llegar.
La chica se empeña en hablarnos en inglés, y después de muchas vueltas y la ayuda de un alemán que hablaba un poco de español que sale al rescate, entendemos lo que nos dice, curioso, hay que dejar un documento de identidad que no sea el DNI (lógicamente, no puedes quedarte indocumentado por el mundo), nunca lo había visto, menos mal que rebeca tiene el de conducir.

La habitación muy chula, limpia, bonita, grande, con aire acondicionado, baño por un lado y ducha por otro, el albergue además tiene restaurante, piscina, sauna, ¡es para entrar y no salir!!, vamos, igualito que el de Roma donde nos podía haber comido una cucaracha gigante mutada. Dejamos las cosas, hacemos las camas y tal y nos vamos, al bajar un poco la calle, me doy cuenta que mi billete está guardadito en la taquilla, a volver, encontramos en la habitación un chico mexicano, al que invitamos a venir con nosotras a Pisa, pero está cansado y decide quedarse durmiendo.

Vamos rumbo a Pisa, le cuento a Rebeca que es muy difícil sacar la torre inclinada, porque el suelo está en cuesta y se tiende a poner la torre recta, es una pena, porque de verdad está muy torcida.
Andamos felizmente, cual duendecillos sacando fotos y nos piden unas asiáticas (a saber de dónde) que las hagamos unas fotos, me pongo a sacar la foto y le preguntan a Rebeca que de dónde somos, de España, total que le dicen que se ponga en la foto con ellas y empiezan a decir en castellano:
- Oh! España, España
- Hola, Buenos días
Y la gran pregunta:
- ¿Dónde está España?
En ese momento inmortalicé la cara de flipada de Rebeca en la foto.
Hemos llegado a la conclusión de que fue una mala traducción del verbo estar que en otros idiomas es igual que ser, como casi todo el mundo sabe y yo también y queda guay decirlo, que parece que controlo de idiomas.

Vista la Torre de Pisa, el Baptisterio y el Duomo, la verdad la zona de la Universidad y el río es bonita, pero tampoco se tarda gran cosa en verlo y no hay nada mas.

Vamos hacia Lucca en un tren chunguísimo que ha conocido mejores tiempos, sin revisor ni nada que se le parezca.
Al llegar a la estación hay dos salidas en cada extremo, como no sabemos por cual salir vemos a una señora que sale por la derecha, pues esa, la seguimos.

Después de una hora dando vueltas por unas urbanizaciones y estar a punto de morir de un infarto por el ladrido de un perro, que esperó a tenernos a su altura (literalmente, porque no es que seamos ninguna de las dos jugadores de baloncesto precisamente), para demostrarnos su potencia de voz, descubrimos que la salida buena era la de la izquierda.

Lucca es una ciudad preciosa, medieval, amurallada, cada rinconcito es una pasada, tiene torres, iglesias, relojes, ventanales preciosos, palacios… pero por desgracia ya no tenemos fuerzas para movernos, miramos la ciudad como las vacas al tren y nos tomamos un café en la cafetería con la camarera mas antipática de toda Italia y con diferencia. Subimos a la muralla porque nos habíamos desorientado del todo y no sabíamos volver a la estación, tras rodear media ciudad, vemos la estación, pegadita a la muralla, somos unas zotes…

El caso es que no es muy tarde, pero el tren va con gente muy rara, un vagabundo que debe de tener calor porque se pasea y mira la temperatura constantemente, un chico con pinta chunga que se pasea… de todo menos revisor.

Llegamos finalmente a Florencia y tras dar como 5 millones de vueltas y estar 3 cuartos de hora andando y pegando el morro en los cristales de todas las cafeterías, kebaps y restaurantes de alrededor acabamos en el mas cercano al albergue, qué le vamos a hacer si somos así…

Pillamos una pizza margarita, que es la mas barata para comer en la calle y el señor la hace delante nuestro y en un momento. ¡Que crack!, además es majete y se ríe porque Rebeca está como un tomate y la recomienda echarse crema (llevaba la de factor50) y a mi me dice que yo no me quemo porque soy “oscura”, tela.

Devoramos al pizza y la catalogamos como la pizza mas rica que hemos comido nunca, estaba buena si, pero de haber comido o desayunado fijo que no nos parecía tan rica. Al entrar en el albergue, tenemos compañeros durmiendo, tras la tontería de haber si son suecos y atrancamos la puerta, nos duchamos sin hacer ruido y esperamos que se seque el pelo viendo las fotos. Llega nuestro compi mexicano que parece no ser tan respetuoso con el descanso ajeno como nosotras y habla mas alto, tras una charla de qué tal la tarde, se baja al bar del albergue arreando un portazo. Nos metemos a dormir, yo creo que me quedé inconsciente antes de que la cabeza tocase la almohada…
p.d- la foto es del atardecer en lucca, lástima esar tan cansadas....
p.d2- norther en madrid el 29 de noviembre a las 8 de la tarde en ritmo y compás, allí estaré, no me lo quiero perder!!!!!!!!!