domingo, 4 de enero de 2009

crónicas del interrail 2008 (XIIl)


y como todo acaba terminando, esta es mi últiam entrada del interrail, que ya era hora, que fue en agosto y hasta hemos cambiado de año y todo


por cierto si alguien quería regalarse las entradas del wacken para reyes como quería hacer yo, se va a jo&er igual que yo y se va a quedar sin ellas, entradas agotadas, cartelito de sold out y patada en el culo para los que teniamos idea de ir y pensabamos estar a tiempo aun...


maldita sea mi suerte



Día 15 (20/8) Frankfurt/Heilderberg

A pesar de madrugar nos tocó quedarnos sin desayuno porque lo malo de tener una habitación de 14 es que los 14 se quieran duchar y solo haya un baño, así que nada a esperar pacientemente nuestro turno…

Ya limpias (la ropa ya no lo estaba tanto, que lo de lavar a mano y con champú no es la mejor opción, niños no lo hagáis en casa) fuimos a la estación de trenes a desayunar que nos lo habíamos ganado, café aguado y bretzel, sano desayuno y después de ayudar a una señora que se había tirado el café encima (cosas del karma) salimos hacia Heilderberg.

La estación no promete mucho y el día menos, mas bien fresquito y muy nublado, menos mal que es agosto. La rutina de siempre, pillar mapa en turismo e intentar adivinar para dónde está la ciudad, que en la oficina en cuestión tampoco son excesivamente simpáticos, eso si a la salida de la estación hay un mar de bicicletas, nunca jamás había visto tantísimas juntas, que barbaridad y en la acera de enfrente hay una escultura gigante de un caballo/dragón que se mueve que me encantó.

Utilizando la sucia técnica de hacer lo mismo que los demás mezclada con la marcha hacia adelante conseguimos ubicarnos en el mapa e ir en la buena dirección, esta vez no nos costó mucho, nos llovió un poquillo, pero duró lo que tardamos en ponernos el chubasquero, de nuevo quechua queriéndonos salvar la vida…

Llegamos a la zona hiperturística y la verdad es que el día no acompaña, pero es un sitio muy chulo y encontramos casi mas monumentos en movimiento que parados, llegamos a un puente con unas vistas que son una pasada, lástima que esté en obras, lo mismo con las ruinas del castillo, todo lleno de andamios y la catedral por el estilo. La universidad, eso si, llena hasta los topes, fijo que les sacábamos unos añitos a los presentes, pero nadie se lo hubiese supuesto, no nos quedamos a comer por si necesitábamos carné de estudiantes o algo y nos pillamos un bocadillo de una cosa que parecía salmón ahumado que estaba exagerado de bueno, eso si, a día de hoy aun no sabemos que fue lo que comimos, ya con la tripa llena y a primera hora de la tarde ya vamos rumbo al tren porque tampoco había tantos enlaces con Frankfurt, aprovechamos para tomar un café y pillamos el truco del café barato, justo el último día hay que jorobarse….

El truco no es mas que pedir café solo, que es el mas barato y “hacer” café con leche con las tarrinas de crema de leche que te dan gratis, mierda, justo el último día… diferencia de precio unos 20 céntimos.

En el tren Rebe se queda frita y como ella si parece autóctona si se sientan al lado de ella, y en estas que me hicieron la gran pillada de mi vida, na, si no se puede hacer fichas en el tren…

Como llegamos a media tarde a Frankfurt nos vamos a dar una vueltecilla por el centro ya a nuestra bola sin plano ni nada y nos subimos a un rascacielos a ver Frankfurt desde arriba, por cierto nos hicieron pasar por detector de metales y todo, pero se ve que no nos vieron muy peligrosas porque pitamos y pasaron un poco de nosotras, arriba coincidimos con unos españolitos con unos niños un tanto repelentes que con menos de diez años todo su interés era el banco central y su superhotel, hay que jorobarse…, ahí mi último carrete dijo adiós y mi reportaje fotográfico con él.
La parte graciosa fue el cabezazo que se dio un señor que iba delante nuestro al querer mirar a través de una ventana cerrada y lo digno que intentó disimular, casi me da un algo, tuvimos que aguantar la risa hasta que bajó en el ascensor y el guarda de seguridad nos miraba como si fuésemos extraterrestres cuando nos dio el ataque de risa.

Por lo demás miramos si comprábamos algo de regalo pero no había nada interesante, pues nada, para el albergue, salchichas donde la señora de al lado, pero esta vez la cerveza pequeña y nos tocó sesión de fútbol de la selección alemana contra la belga, mal asunto teniendo tan reciente lo de la eurocopa y a unas italianas de remate en la mesa de al lado…

En el albergue después de dejar la mochila ya armada bajamos a tomar unas cervezas pero como éramos invisibles estuvimos un buen rato intentando pedir, ya con el objetivo logrado, un rato al fresco de la ventana de fumadores y a dormir, que se acabó lo que se daba…

Día 16 (20/8) Frankfurt/Madrid/Burgos

De nuevo nos quedamos sin desayuno por la historia de la ducha, dejamos la tarjeta maldita del albergue que tanta guerra nos había dado y guardamos ya el billete de interrail que estaba agotado.

Después de mucho enredar con la maquinita de los billetes del metro conseguimos pillar el billete para el aeropuerto a 3,5 eurazos de nada, el vuelo salía a las 3 y pico pero antes de las 12 llegamos al aeropuerto y es gigantesco, después de mucho rebuscar no vemos en los paneles de información los vuelos de Ryanair y preguntamos a un señor de información, mi churrasquero inglés me da para entender 100 y nada mas, Rebeca entiende indicaciones de abajo a la derecha pero ella entiende uno en vez de cien, total bajamos andamos y nos perdemos, subimos rodeamos y después de dar cien vueltas y desesperarnos encontramos otro punto de información, preguntamos a la chica y nos dice Ryanair not here y nada mas, al borde del infarto y en el momento crítico vemos un punto de información con ordenadores y conexión a Internet, previo pago y no barato, gracias Internet que te debemos una muy muy muy gorda. ¡Adoremos a Internet!, buscamos en páginas en perfecto español y efectivamente es otro aeropuerto a 100 kilómetros de dónde estamos, por suerte hay un autobús que nos lleva desde el andén 22.
Salimos corriendo, menos mal que es pronto, conseguimos salir del aeropuerto pero no encontramos el dichoso andén, buscamos por puertas y tampoco allí solo paran autobuses urbanos. Por una milagrosa inspiración nos da por cruzar y tachaaaaan, el aeropuerto está en obras y había una lona tapando las paradas de autobuses, localizamos la 22, había varios italianos y esperamos sin mas.

Un buen rato después llega el autobús, total que nos habíamos juntado ya un buen grupito, entre lo que dejamos las mochilas y se cuelan los italianos con todo el morro, cuando vamos a subir el autobusero mira a Rebeca y la salta una parrafada en alemán señalando e asiento de al lado suyo, cara de flipadas nuestras, el autobusero lo intenta en un inglés alemanizado muy raro, mas cara de flipadas, un chaval sueco que iba delante nuestro intentando explicárnoslo en inglés y ya mas o menos lo pillamos, no hay asientos, el último es para el sueco y es el suelto que va al lado del conductor, dentro de una hora llega otro autobús pero como se ve que damos mucha penita y ponemos cara de terror nos da la opción de ir de pie por la mitad de precio, música para nuestros oídos, pillamos los billetes y nos sentamos en las escaleras, total que vamos sentaditas y a mitad de precio, ni queriendo nos sale tan bien, a todo esto yo me fijo en el periódico de uno de los italianos y leo Espagna y aero, tal cual en letras todas grandotas, por suerte para mi pánico irracional a loa aviones está doblado y no puedo leer mas ni ver fotos.

Llegamos al aeropuerto que es, única y exclusivamente tiene aviones de Ryanair, facturamos y ya salimos a sentarnos fuera tranquilamente, lo curioso es que mi mochila pesa 4 kilos menos que en Santander, ya es casi equipaje de mano…

Con intención de comer entramos a la zona de embarco y nos timan porque no habrá tasas pero es todo cariiiiisimo, acabamos comiendo unos bocadillos con muy mala pinta y bebiendo agua en los baños que sabe muy rara, fijo que ni era potable.

Tras un buen retraso embarcamos, eso si se nos cae un mito, la cola del vuelo a Gotemburgo está mas desordenada que la de Madrid, falta de organización escandinava, eso si eran un poco mas altitos que los españoles, como medio metro mas o así, es lo que tienen los vikingos, a todo esto se nos cuela una andaluza vieja, si donde no hay educación no se puede buscar.

Ya en Madrid y en plena depresión me llama mi señora madre y me cuenta lo del accidente de avión del día antes y me deja al borde del infarto, si llego a saberlo me vuelvo en tren, entre tanto a Rebe la regalan unos japos unos billetes de metro.

Como no sabíamos a qué hora estaríamos en la estación de autobuses no habíamos pillado los billetes y nos toca comernos una cola de una hora con un calor insoportable para pillar los billetes. Salimos a la calle a comer unas bravas y unas cañas mientras hace la hora y pillamos un bar dónde el camarero aparte de ser un gilipollas nos sopla 10 euros por dos cañas y una de bravas. ¡Qué viva España!

Y ya con eso se acabó la odisea, volver a casa, al gato casi le da un telele de verme, mi cama sin ronquidos ajenos, la ducha para mi solita, pero la insoldable monotonía diaria…


p.d- ammm feliz año

p.d2- la foto es de el banco central que tanto molaba a los crios visto desde el cielo

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